Escribir un libro es como construir un
edificio: antes de empezar a escribir el escritor debe asegurarse de tener un
plano. Pensar bien que quiere contar,
cómo va a organizar la información en capítulos, cómo va a terminarlo.
No debes olvidar que
todo lo que escribas puede ser después corregido, re-escrito o incluso borrado,
así que, simplemente, escribe. Sin prisa, sin presiones, pero con constancia.
Recuerda que no se trata de escribir una obra maestra, solo de terminar tu libro.
Lee, y lee mucho,
porque la lectura es el oxígeno del escritor, te inspirará y te motivará. Si
estás escribiendo una novela o un poemario, lee novelas y poemas. Si estás
escribiendo un libro de no ficción ─un
ensayo, un libro de auto-ayuda, un recetario…─ lee libros
parecidos. Leer te da ideas para escribir mejor.